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El rancho coineño de Reyna Manescau
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Ha pasado casi un par de años ya desde la última vez que escribiera sobre el célebre pintor coineño don Antonio Reyna Manescau (Coín, 1859); y vuelvo a hacerlo hoy, en este mes de febrero, por cumplirse el día 3 el 66 aniversario de su fallecimiento en Roma, queriendo dejar aquí, nuevamente, mi particular homenaje de admiración en su recuerdo y memoria.
No es ésta una efemérides que deba producirnos tristeza al recordarla, cuando su desaparición, en 1937 y en la ciudad eterna, fue un hecho tan natural como la vida misma y su vida fue tan rica y estuvo tan llena, como hoy ha de llenarnos de orgullo la inmensa obra pictórica que nos legó. Pues, es don Antonio Reyna uno de los hijos ilustres de Coín, con los que este pueblo prestigia la Escuela Malagueña de Pintura y el Arte universal, siendo considerado el más preciosista de los pintores de paisaje andaluces del diecinueve. |
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Lo que sí ha de producirnos gran tristeza, al recordar a nuestro paisano, es el injusto olvido al que la oficialidad local de su pueblo natal le tiene condenado; la supina ignorancia de la que hace gala el gobierno municipal en estos temas; la falta de coherencia y sensibilidad de un gobierno andalucista con este andaluz universal, que es parte importantísima de la memoria colectiva de la comunidad; y el institucional desprecio por las cosas de nuestra historia y cultura, al que nos tiene acostumbrado el gobernar del señor alcalde, con tanto 'chapapote mental', como diría mi tocayo y director.
Sin embargo, no es desconocido para don Juan José Rodríguez Osorio el gran pintor, que es conocido en el mundo entero como 'El pintor de Venecia'; ni tampoco algunas de sus obras más relevantes, ya que la diputación malagueña posee en su colección varios grandes cuadros. 'José en la cisterna', un espléndido desnudo de corte académico integrado en las composiciones histórico-bíblicas, que el artista remitió en 1884 cumpliendo con sus obligaciones becarias, preside el salón de plenos donde tantas veces se ha sentado en la presente legislatura, como vicepresidente de tal institución. Y, con otro gran cuadro -quizás el más representativo e importante para nosotros y del que les quiero hablar ahora- se topa el señor alcalde cientos de veces por los pasillos del edificio de la Acera de la Marina.
Habrán advertido que se trata de la obra de nuestro insigne paisano 'Rancho Andaluz', obra que tiene para nosotros una especial significación al retratar magistralmente el bello rancho de las huertas de esta tierra. Concretamente el del Cortijo Ricardo de Coín, entonces propiedad de su hermano don Ricardo (alcalde que fue de ésta en 1895-1896, 1907, 1910-1911 y 1913) y en donde pasó una larga temporada nuestro afamado pintor por motivo del fallecimiento de su madre, en 1910. Obra, además, muy importante en su brillante carrera artística porque con ella obtuvo, al año siguiente, otro de sus éxitos más sonados al presentarla en el pabellón español de la Exposizione Internazionale di Belle Arti di Roma. Luego, vendría el reconocimiento de su arte por la Reina Regente al nombrarle Caballero de la Orden de Carlos III o el retrato del Papa Benedicto XV, que se conserva en el Vaticano.
Delante de ese cacho de huerta coineña, frente al bellísimo lienzo, le recordé un día a don Juan José lo que ahora vuelvo a recordar: la lamentable carencia que tiene nuestro patrimonio municipal por no tener obra de nuestros pintores más señeros y coetáneos, don Antonio Reyna Manescau y don Antonio Palomo Anaya. Y, es que no posee ningún cuadro de ellos, e insisto en que deberíamos remediar la penosa situación y saldar esta deuda con nosotros mismos, procurando la adquisición de algunos para engrandecerlo, disfrute de sus vecinos y esplendor de la memoria al recuperarla.
Podíamos decir que el cuadro 'Rancho Andaluz', al pertenecer a los fondos artísticos de la diputación provincial malagueña, es de todos, pero lo es un poco más nuestro por la firma y el sabor a campo coineño que rezuma. Que no podemos comprarlo, está claro. Pero existen otras vías para que pueda estar colgado donde debe estar, en su 'lugar natural', en el salón de plenos de la nueva Casa. Y, eso es posible porque la extensa colección de obras de arte que atesora la diputación, se encuentra repartida por varios edificios de Málaga y algunas localidades de la provincia. Me he permitido hacer algunas gestiones e indagaciones al respecto. La conclusión es, sencillamente, que sólo ha de existir la voluntad de que así sea por quien corresponda, es decir, en este momento la del señor alcalde, arropado en el propósito, como Dios manda, por toda la corporación municipal; y sin que podamos olvidar que, por lo menos hasta el final de la presente legislatura, don Juan José ostenta el cargo de vicepresidente de la institución provincial.
El camino, tan sencillo de recorrer, ya lo sabe el señor alcalde desde hace casi un par de años, en que lo comentamos de palabra y por escrito. Ustedes lo van a entender. Acordada aquí la moción en pleno municipal, se gestionaría con los responsables de la diputación un protocolo, mediante el cual, sin menoscabo ni pérdida de la propiedad y derechos que sobre la obra 'Rancho Andaluz' ostenta el organismo provincial, y con las garantías oportunas de este ayuntamiento, sea cedida al municipio para ser expuesta permanentemente en el salón capitular del nuevo ayuntamiento, lo que se justifica plenamente por la significación histórica y cultural que para el pueblo de Coín tiene, no sólo la obra, sino el propio autor.
Dicho queda por enésima vez y ¡ojalá! que sea la última, porque tampoco don Juan José va a ser alcalde de aquí y vicepresidente de allí... toda la vida.
Coín, febrero de 2003
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