Cueva reseñada bajo el número 1
Es la cueva de menor profundidad y de menores dimensiones, dejando al margen otras pequeñas cavidades existentes en los extremos laterales.
Hacia la entrada de ésta, sobresaliendo del plano de fachada, existe un espolón o contrafuerte simulado que flanquea y abriga las tres cuevas principales junto con el existente hacia la entrada de la cueva nº 5 (véase el plano).
En el mismo espolón, cerca de la boca de entrada, se advierte una oquedad en la actualidad cegada con piedras y, una vez en el interior de la misma cueva, se pueden apreciar gran cantidad de orificios, especialmente llamativo es el que se abre en el techo superior atravesando, con toda seguridad, todo el macizo rocoso hasta la superficie.
Dadas sus dimensiones, es una de las cuevas accesorias y debió cumplir funciones de habitación monástica, al igual que ocurre en la cueva excavada en el lateral opuesto reseñada bajo el núm. 5.
La parte más profunda de esta cueva tiene mayor anchura que los tramos cercanos a su entrada y, a medida que nos vamos adentrados más, más se va ensanchando como se puede apreciar en el plano a escala.
Dispone de 2,40 metros de boca por 5,80 de profundidad, según las mediciones efectuadas por el profesor don Manuel Ríu i Ríu. Su disposición exenta de las demás, sólo permite el acceso a esta cueva por la puerta de entrada exterior.
Siendo ésta la cavidad más pequeña y secundaria de todo el conjunto, debemos advertir que existen otros huecos habitables de menores dimensiones, uno de ellos se encuentra inmediato a esta cueva, cegado de escombros y a una altura considerable desde el nivel del suelo.